La cuestión no es lo que sabemos, sino cómo lo hacemos.
20 años apostando por la investigación continua estando en contacto permanente con las educadoras, las familias, las necesidades evolutivas de la infancia, y todos los movimientos de renovación pedagógica como los que surgen del Instituto Lóczy, las escuelas infantiles de Reggio Emilia, Montessori, las escoles bressols de Barcelona, las Haurreskolak de Euskadi, Waldorf…
Queremos destacar el estudio de Emmi Pikler y los valores que Lóczy han demostrado: confianza, respeto, libertad, actividad autónoma, mirada, escucha, observación, bienestar. Valores por los que nosotros apostamos fervientemente. Así mismo, también toda la maravillosa labor de Loris Malaguzzi, y de todas aquellas personas que han trabajado y trabajan por una mirada de confianza, respeto y amor por la infancia.
Todo el camino que hemos realizado nos ha proporcionado una forma de concebir y entender la infancia, una etapa fundamental en el desarrollo evolutivo del ser humano, una forma de entender la educación infantil y los espacios en los que han de desarrollarse.
Los criterios que seguimos
Seguridad física.
Aplicamos el concepto de “Casa Segura”, que permite al niño, en la medida de sus posibilidades y de su momento madurativo, ir descubriendo libremente rincones, espacios, juegos, sin que haya a su alcance elementos peligrosos.
Seguridad afectiva.
Entendemos la escuela infantil como una segunda casa. Por lo que el diseño de los espacios y el equipamiento deben invitar a la tranquilidad, ser confortables, cálidos, acogedores. Ambientes que no estimulen en exceso.
Que favorezca propuestas y sugerencias.
Espacios y equipamientos de formas sencillas y comprensibles para los niños y niñas. Que sean transformables y den pie a múltiples propuestas y sugerencias. Rincones para esconderse, para balancearse, de motricidad amplia, de creación de territorios, de observación de imágenes, de manipulación de objetos y materiales, de objetos sensoriales, de juego simbólico…
Facilitar la comprensión del entorno.
Equipamiento funcional que permite a los niños y niñas comprender el espacio y situarlo. Nos apoyamos en elementos referenciales que facilitan al niño su identificación y reencuentro, y les aporta seguridad. Así como elementos de innovación que se van transformando a lo largo del curso.
Desarrollo de la motricidad amplia o psicomotriz.
A esta edad el niño aprende jugando. Es a través del juego que obtiene respuestas, descubrimientos, obstáculos a superar. El espacio y el equipamiento de la escuela infantil deben contemplar esta premisa educativa ya que a esta temprana edad todo el espacio a su alcance es de desarrollo de juego, y, por tanto, psicomotriz.